Una de estas mañanas de otoño de hace ya unos
meses, estudiábamos en Ciencias Sociales el tema de la localidad y,
concretamente, los aspectos relacionados con el Ayuntamiento. Los alumnos de 2º de Educación Primaria
comenzaron a interesarse de manera sorprendente sobre todas aquellas funciones que
se desarrollan en este organismo, especialmente por las de la alcaldía.
Surgieron muchas preguntas, muchas dudas, se
plantearon muchas hipótesis… incluso entre ellos no se ponían de acuerdo en
asuntos como el de nombrar las funciones del alcalde, pues al de su pueblo lo
habían visto desarrollando tareas más propias de realizar por aquellas personas
que trabajan en los servicios municipales, como cuidando los jardines y la
plaza del pueblo o arreglando la cisterna del aseo del colegio.
Ante tal “avalancha” de preguntas y dudas buscamos
una solución de esas que nos permite la cercanía con el Ayuntamiento, sobre
todo en estos pueblos de tan pocos habitantes.
Dicho y hecho, concretamos una cita con el alcalde
en la que pudiera atender a este grupo de ocho alumnos, que iban de Infantil
hasta 2º de Primaria.
Inocencio Rodríguez Muñoz, Sensi, alcalde de La
Lapa, fue dando respuesta a todas aquellas preguntas que habíamos seleccionado
anteriormente en clase.
Todo ello bajo sus miradas inocentes, atentas, sus
risas, sus ocurrencias… pero quién sabe si esto quizás sea el comienzo de
“hacer política” a estas primeras edades.
Algunas de las preguntas eran: “¿Desde cuándo eres
alcalde? ¿Es difícil? ¿En qué consiste tu trabajo?” Y otras del tipo, “¿tú
abres todas las puertas de La Lapa? ¿Podría ser más grande el pueblo?”... y
entre ellas le preguntaron, casi como pregunta estrella, “¿por qué no se ponen
más cositas en el parque?” A la que el
alcalde respondió que estaba negociándolo y, de repente, dijo: “os cuento un
SECRETO, se trataría de un parque nuevo, pero no podéis decir nada”. Y cerrando
el pacto de silencio con los niños no nos desveló donde estaría ubicado el
parque.
Esta noticia les supuso tanta alegría y a la vez
tanta responsabilidad… Tenían que guardar un secreto y esto para un niño es
¡tan difícil!
Fue pasando el tiempo, pero ellos no olvidaban y
cada vez que veían a su alcalde, a solas, le recordaban como iban las
negociaciones.
Hasta que por fin, una de estas mañanas de
noviembre, vieron desde el patio del colegio como llegaban las grandes piezas
que conforman un parque infantil, como lo iban montando… y la ubicación: la
mejor de todas, frente a la plaza, entre los bares y con muy buena visión desde
el cole.
Así que la semana pasada, llamó a la puerta de
nuestras clases el alcalde e invitó a todo el colegio a la inauguración para el
día siguiente, en horario de recreo, con la sorpresa añadida de una merendilla
preparada por las madres.
Durante el acto, el alcalde dio la bienvenida a los
niños al Nuevo Parque, hizo hincapié en la importancia de respetar las normas y
recordó aquella entrevista en el Ayuntamiento, por la que dio las gracias a
todos por saber guardar tan bien un secreto.
Qué alcalde ante la insistencia infantil habría dejado de convertir ese proyecto en
toda una realidad.
La satisfacción de ver las caritas de felicidad
mientras se mecen, columpian, trepan y se deslizan, merecía la pena.
Así
que, de alguna manera, ¡LOS NIÑOS DE LA LAPA HAN CONSEGUIDO SU NUEVO PARQUE! y
justo se inauguró el día que celebrábamos en el cole el Día Universal de los
Derechos del Niño.
Qué
mejor día para conmemorar ese derecho tan fundamental a estas edades como es el
derecho a jugar.