miércoles, 30 de septiembre de 2015

Piensa, luego pincha

Cuando varias voces se alzan para decir que el uso de los ordenadores no mejora los resultados nosotros optamos por poner el tema en cuarentena, porque obviamente, el uso de ordenadores sin renovación metodológica no va a arrojar resultados satisfactorios; de la misma manera podemos hacerlo extensivo al uso de los libros.

Si el alumno se limita a rellenar espacios digitalmente en las fichas propuestas, tal vez pueda ser más motivador por el soporte, pero es tan pobre como rellenar espacios en el libro de texto.

La metodología por proyectos desplaza el centro de la clase del profesor al alumnado, los hace protagonistas de su proceso de aprendizaje, se adapta a la diversidad porque cada alumno llegará con su investigación hasta donde pueda y desee, casi sin límites, y si además ponemos a su servicio una ventana al mundo de la información como es internet, pues doblemente bueno. Ahora bien, buscar en internet también es una habilidad; la competencia digital no es sólo usar el ordenador hábilmente, sino usar sus herramientas y posibilidades, y entre estas se encuentra la de saber buscar, localizar y seleccionar información; además procesarla, organizarla y plasmarla de manera correcta y crítica. Para ello, debemos ayudar a los alumnos a ser buenos selectores de información, decidir qué páginas les pueden interesar y cuáles no y esto conlleva obligadamente un proceso de pensar antes de decidir. Pues en ese proceso es donde, en principio, debemos intervenir con énfasis los educadores.

La OCDE en su informe Estudiantes, ordenador y aprendizaje dedica un capítulo al tema, titulado Piensa, luego pincha en el que se analizan diversos aspectos sobre la navegación en internet, y no parece que los españoles seamos los más reflexivos a la hora de elegir las páginas en las que queremos navegar en función de la información que deseamos obtener.


Y recordemos: cantidad no es necesariamente calidad, al menos aplicado al tiempo dedicado a la navegación en la red. 
Los chicos muy concentrados investigando sobre el Universo y preparando su propia presentación

viernes, 25 de septiembre de 2015

SEGUIMOS TAPONEANDO

Arranca el curso con una media de entrega de dos sacos de tapones por semana. La solidaridad en el CRA va in crescendo. Es agradable ver cómo semana a semana vamos contribuyendo a la consecución de nuestros objetivos.
En este caso, es la familia del pequeño Luis la que necesita la ayuda de su pueblo, Monesterio, y la del resto de localidades extremeñas; hasta ahora había conseguido sufragar los gastos de rehabilitación y medicamentos que este pequeño necesita, pero cada año que pasa, éstos se han encarecido notablemente, pues Luis precisa una silla especial y un coche para viajar en ella. La silla de ruedas ya está en manos de la familia, pero necesitamos un esfuerzo más para conseguir el coche. Me consta que entre todos podremos.



Y seguimos…. 

jueves, 24 de septiembre de 2015

¿Y si jugamos un rato en la calle?

¿No es en la calle donde casi nos hemos criado los adultos? En el parque, en la plaza del pueblo, o en la puerta de casa con los amigos del vecindario. Y llegábamos a casa hechos unos zorros y nuestra madre ponía el grito en el cielo. Las rodillas casi siempre con postillas de heridas, a veces una encima de otra, y así aprendimos a sentir y controlar dolor físico, pero también a inventar juegos, de tal modo que cuando nuestra madre nos llamaba para ir a la ducha y cenar nos chinchaba bastante porque queríamos seguir.

Pues eso, justamente eso es lo que les falta a muchos de nuestros niños. Hasta el punto de acuñarse un nuevo término que denomina a una nueva serie de desórdenes que se caracterizan por el estrés, la ansiedad, la inatención, síntomas de hiperactividad, aburrimiento si no les damos lo que piden porque no saben inventar, menor resistencia a las enfermedades, menores habilidades sociales... No se considera un diagnóstico oficial, pero sí suena cada vez más y muchos estudiosos le siguen la pista. Se trata del SÍNDROME POR DÉFICIT DE NATURALEZA, un término acuñado por Richard Louv y que pone de manifiesto la relación de los síntomas mencionados con una vida sedentaria, falta de contacto con la tierra y el grupo de iguales.

Y no debemos tomarlo a la ligera, porque ciertamente ¿cuántos de nuestros niños se manchan las manos de tierra? ¿cuántos persiguen hormigas? ¿cuántos pasan una tarde sosegada en un parque con los amigos? ¡Si casi nos da miedo que jueguen con un palo o con piedras! Por contra, la mayoría pasa demasiadas horas ante la pantalla de un ordenador, o con videojuegos, y hasta saben manejar desde bien pequeños un teléfono móvil que los padres les dejamos para que nos dejen tranquilos un rato. Y ellos, que son hijos de la era tecnológica, que intuyen el funcionamiento de un programa de juegos, no saben cómo crece una planta, cuándo vuelven las golondrinas, o ver la metamorfosis de los gusanos de seda. ¿Por qué hemos dejado de ir con los abuelos a buscar hojas de mora?

Lo cierto es que los que jugábamos en la calle dábamos unos mordiscos de categoría a los bocadillos que nos hacía nuestra madre para la merienda, mientras que muchas madres de ahora se las ven y se las desean para que sus hijos tomen por la tarde un "aperitivo" en forma de botellita pequeña que contiene no se sabe qué líquidos que prometen paliar todas las carencias del mundo mundial. Naturalmente muchos no "han hecho ganas", como decía mi abuela.

Pero no, la carencia de tierra es insustituible, las sensaciones en la piel, en la retina, los sonidos de la naturaleza nos llevan a vivirla, explorarla, conocerla y dejarnos hacer todas las cosas buenas que opera sobre nuestro cuerpo, y además, nos enseña a amarla.

¿Y si nos vamos el domingo toda la familia a un castillo, a un pantano, a un río...?




martes, 1 de septiembre de 2015

Bienvenidos al curso 2015/16

¡Aquí estamos de nuevo con ganas renovadas de seguir haciendo escuela!

A pocos días de sentir de nuevo la risa, el murmullo, puede que también el llanto en los pasillos del cole, nos hemos trazado ya las líneas generales para este curso. Y no nos cansaremos de decir que la escuela, donde tanta vida bulle, donde tantas horas pasamos los niños y los maestros, no sería completa sin la presencia comprometida, colaboradora, entusiasta de las familias.

Puede que aún nos preguntemos cómo podemos colaborar, qué vías podemos utilizar y en qué momentos. Aquí procede decir entonces aquello tan conocido de "la unión hace la fuerza". Nos hacemos fuertes si estamos unidos, unidos para que la escuela funcione. Las familias desde las AMPAS pueden canalizar sus aportaciones, también la crítica constructiva, su colaboración que tantas veces se solicita, lo que quieren que sea la escuela de sus hijos dentro del marco del Proyecto Educativo del centro. Por ello, queridas familias, os dejamos el enlace a la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, donde podéis ver los objetivos que pretende, sus estatutos, noticias, formación, y todo lo que como asociación podéis hacer. En resumen, se trata de hacer una escuela pública de calidad que mejore la vida de nuestros chicos.

https://www.ceapa.es/

En sucesivas entradas, y como cada curso, os iremos desgranando nuestro quehacer diario, nuestras actividades, nuestros proyectos, nuestros logros, y toda aquella información que sea de interés para todos.

Es nuestro deseo que este nuevo curso prometa unas relaciones intensas y fructíferas entre toda la comunidad educativa.

Y por cierto, la primera pregunta es... ¿Qué pasará con la LOMCE?